jueves, 31 de octubre de 2024

Arte en las paredes de la Facultad de Ciencias Sociales

Uno de los murales más recientes hecho por estudiantes






 

Mural realizado como homenaje a una joven estudiante víctima de feminicidio hace varios años.

martes, 29 de octubre de 2024

Alfabetizando, alfabetizando-me, alfabetizando-nos.

Imagen creada por IA: Heródoto aprendiendo junto a jóvenes contemporáneos

Cuando ingresé a la EPCLE el proyecto que quería realizar era totalmente diferente a lo que estoy haciendo actualmente, todo porque cambié de contexto: de una preparatoria, a la Facultad de Ciencias Sociales de la UNACH, ahí se me dio la oportunidad de trabajar con jóvenes del primer semestre de la licenciatura en historia, cuando comencé a conocer a los estudiantes yo quería acercarles el arte literario con el afán de mejorar sus prácticas lecto-escritoras, sin embargo, ellos, sujetos sociales, por supuesto que comenzaron a compartir conmigo sus inquietudes, y a pesar de que disfrutaban de los textos literarios, les hacía más sentido ocupar nuestro tiempo juntos al leer y escribir sobre historia, entonces me di cuenta que tenía que aprender junto con ellos ¿qué es historia?, ¿existe una manera específica de leer y escribir historia?, ¿cómo se escribe la historia?.

    Un día me percaté que estaba leyendo un texto que me parecía complejo, era Introducción a la historia de Marc Bloch, fue cuando caí en cuenta de que junto con ellas y ellos también me estaba alfabetizando en su campo disciplinar, así la IAP cobró mucho más sentido para mí y entendí que todos aprendemos juntos. 

Ideas revoloteando...

Uno de los retos que más me ha costado superar al realizar una Investigación Acción Participativa es dejar de pensar que las cosas deberían ser como yo creo,  no sabía que es necesario escuchar a los sujetos con quienes trabajamos, sujetos sociales que deciden cambiar o no sus dinámicas culturales. 

    Estoy realizando mi proyecto de investigación en la Facultad de Ciencias Sociales con jóvenes de primer semestre de historia y, tristemente, muchos de sus profesores se ausentan constantemente por lo que para ellos no tener clases es algo normal y no les causa molestias, debido a esta situación los estudiantes no quieren llegar a la facultad y pedir módulos libres, ante esto he querido "obligarlos" a asistir a nuestras sesiones de trabajo, mencionar que sus calificaciones podrían verse perjudicadas, que reprobaran... Pero, me contengo y pienso en ¿cómo quiero que ellas y ellos perciban nuestro espacio juntos?, ¿quiero que sea una clase más?, ¿lo mismo?, ¿escribir y leer por obligación? o ¿quiero que ellas y ellos decidan llegar libremente?. 

A propósito de estas reflexiones transcribo aquí un texto que se encuentra en el libro de Delia Lerner Leer y escribir en la escuela: lo real, lo posible y lo necesario.


Para hacer el retrato de un pájaro 

Jacques Prévert (Paroles) 

A Elsa Henríquez 

Pintar primero una jaula / con una puerta abierta / pintar enseguida / algo bonito / algo simple / algo bello / algo útil/para el pájaro / poner enseguida el lienzo contra un árbol/en un jardín / en un monte / o en un bosque / esconderse tras el árbol/sin decir palabra / sin moverse ... / A veces el pájaro llega pronto / pero también puede tardar largos años / en decidirse / No hay que desanimarse / hay que esperar / esperar si es necesario por años / la rapidez o la lentitud de la llegada del pájaro / no tienen relación / con el éxito de la pintura / Cuando el pájaro llegue / si llega / hay que guardar el silencio más profundo /Esperar a que el pájaro entre en la jaula / y cuando haya entrado / hay que cerrar dulcemente la puerta con el pincel/luego / borrar uno a uno los barrotes / teniendo cuidado de no tocar ninguna de las plumas del pájaro / Hacer enseguida el retrato del árbol / y escoger la más bella de sus ramas / para el pájaro / pintar también lo verde del follaje y la frescura del viento / el polvo del sol / y el sonido de los insectos de la hierba en el calor del verano / y luego esperar a que el pájaro decida cantar / Si el pájaro no canta / es mal signo / signo de que la pintura es mala / pero si canta es buen signo / señal de que se puede firmar /Entonces arranque dulcemente / una de las plumas del pájaro / y ponga su nombre en un borde de la pintura.

Dos mujeres corriendo en la playa. Pablo Picasso


viernes, 18 de octubre de 2024

¡Historious! una herramienta para guardar y compartir bibliografía.


Archivando en la web


En la materia de Tecnologías Aplicadas a la Educación conocimos una herramienta que en definitiva puede ayudar a cualquiera que esté realizando una investigación, a través de esta puedes organizar, guardar y también compartir todos los recursos que encuentras en la red.
    Como estudiantes sabemos que muchas veces no hay tiempo de leer los abundantes textos que arrojan nuestras búsquedas, esto provoca que sea muy fácil perder información que podría ser valiosa. "historious" es un sitio web que te permite crear una cuenta personal con la cual podrás abrir un espacio que funciona como archivero, en donde encontrarás en una lista todos los documentos que hayas marcado mientras indagabas en la wed sobre tus temas de interés, de hecho es posible agregarlos desde la página en donde los estás leyendo, además de anadir etiquetas que te facilitan su reconocimiento cuando regreses a ellos a través de tu historious, también puedes compartir tu nombre de usuario con tus compañeras o compañeros si crees que algo de tu bibliografía posdría serles de utilidad. Actualmente estoy realizando un proyecto de alfabetización académica en la universidad, dejo el link de mi historious quizá encuentres información que te sea provechosa https://marielgs.historio.us
    Si quieres creartu propio espacio de solo debes ingresar a historious.us  crear tu cuenta y comenzar a archivar (marcar) tus documentos. 


Imagen creada con IA


jueves, 19 de septiembre de 2024

¿Cómo llegué a la EPCLE?

Contar cómo surgió mi interés por estudiar una Especialidad en Procesos Culturales Lecto-escritores, para mí, es hablar de mi gusto por la docencia. 
Desde que estudiaba la preparatoria tenía deseos de hacer algo por el mundo, procurar un cambio positivo con mis acciones y ser maestra me parecía el mejor medio para lograrlo, por ello decidí estudiar Lengua y Literatura Hispanoamericanas, pensaba que el arte podía producir en las personas el anhelo de ser mejores.
Durante la carrera estas ideas se nublaron, transité una etapa hedonista en la que creí que lo único importante era vivir mi vida lo mejor posible porque no había manera de generar cambio alguno en el mundo, así que me alejé por completo de la academía y decidí viajar por el sur del continente, recorrí la Patagonia Argentina, llegué a Tierra de Fuego, volví a México y trabajé en el Caribe, ahorré lo suficiente y viaje a Vancouver, Canadá; entonces la pandemia llegó y después de tres años regresé a casa. A pesar de haber cumplido mi deseo de recorrer otras tierras como los personajes de Kerouac, London o Roberto Bolaño, había algo que me hacía sentir insatisfecha.
Fue durante el encierro que finalmente me titulé, no hice una tesis porque no me sentía en forma -intelectualmente hablando- cursé un seminario sobre educación y gracias a ello logré iniciar mi trayectoria docente, ingresé a dar clases en una preparatoria privada impartiendo las materias de Lectura y Redacción en segundo y cuarto semestre, al revisar el plan de estudios noté que en realidad la intención de los cursos era fomentar la sensibilización estética a través de la literatura, me encantó, fue en ese momento que volví a los libros, a la indagación ,comencé a estudiar como nunca antes lo había hecho, formé junto con los jóvenes estudiantes maravillosos círculos de lectura y me dí cuenta de que sí es posible tocar la vida de algunos de manera positiva, vi mi sueño adolescente cristalizarse.
Cada clase aprendí algo nuevo, pero, hubo un suceso que marcó mi interés por continuar mi formación académica: obligué a las chicas y chicos de cuarto semestre a leer La Ilíada, para esto hice varias presentaciones, utilicé vídeos, audios, leímos en clase el libro y los motivaba dividiendo la lectura en 15 páginas por día -solo de lunes a viernes- para concluir el libro, al menos la mitad logró el objetivo, sin embargo, cuando en pláticas informales les preguntaba si volverían a leerlo nadie dijo que sí, y aunque se sentían orgullosos de haber realizado aquella hazaña, me dijeron que habían textos que podrían ser menos tediosos, que hay interpretaciones recientes del canto épico, que les hubiese gustado leer algo más actual, entonces me di cuenta que tenía una visión aún muy tradicionalista de la enseñanza, de cómo acercar la lectura y literatura a jóvenes que han vivido un mundo totalmente diferente al mío. Por esto comencé mi búsqueda de mejores herramientas para ejercer la docencia, así encontré la convocatoria de la EPCLE, me postulé, me aceptaron, y bueno, el resto se sigue escribiendo…
Comparto una canción que precisamente escuchaba cuando tenía 16 años y soñaba con construir un mundo mejor.





Estudiantes de cuarto semestre representando una asamblea en el Ágora en Grecia.
Inspiración para entrar a la EPCLE.